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Características principales

Título del libro
Guillermo Roux En Sus Propias Palabras
Autor
Zacharias, Maria Paula
Idioma
Español
Editorial del libro
Ariel

Otras características

  • Género del libro: No ficción

  • Tipo de narración: Narrativa

  • ISBN: 9789873804687

Descripción

Guillermo Roux en sus propias palabras reconstruye la luminosa trayectoria de uno de los grandes artistas plásticos argentinos, a partir del diálogo que sostuvo durante cuatro años con María Paula Zacharías, reconocida periodista de arte.
El relato comienza con su infancia en la década de 1930, cuando su padre –dibujante e ilustrador profesional– lo alentó a amar el oficio. A los 15 años Roux ingresó como dibujante a la editorial de Dante Quinterno; luego vivió varias vidas, viajando de Buenos Aires a Roma y de Jujuy a Nueva York, hasta tomar la decisión que marcaría un antes y un después: proclamarse artista de “tiempo completo” tras el encuentro con Franca Beer, su mujer y marchande, cuando ya tenía más de 40 años. Mientras se relatan sus andanzas y preocupaciones íntimas, asistimos también a la batalla cotidiana que entabla con los achaques de la vejez. El foco está puesto tanto en su carrera pública, que lo llevó a exponer en los mejores museos y galerías del mundo, a inaugurar y sostener su propia escuela-taller, como en las etapas menos conocidas de su vida: niñez y juventud, en las que toda su pintura se encuentra en germen. En la vejez, su arte alcanza una dimensión nueva. Son temas clave la vocación y la libertad. El arte lo atraviesa todo: “En la vida no hacemos lo que queremos sino lo que podemos, con nuestras virtudes y carencias”.

Reseña en La Nación, 3/4/18, por Mercedes Urquiza:
…”-¿Es tuyo? -le pregunta Roux a Zacharías.
-Es nuestro -responde la periodista.
-¡Qué increíble! -dice él, sonriente, con el libro recién salido de imprenta entre manos.
El relato de Guillermo Roux en sus propias palabras comienza en la infancia y tiene su punto culminante cuando se proclama “artista tiempo completo”, después de 40 años, tras haber vivido muchas vidas diferentes: dibujante en revistas en Buenos Aires del 50, artesano en un taller estilo medieval en Roma, maestro y titiritero en Jujuy e ilustrador en la Nueva York de los 60. Relata sus andanzas y sus preocupaciones más íntimas, al mismo tiempo que cuenta cómo evoluciona la pelea diaria con los achaques de la vejez, a los 88 años.Todo lo dicho es textual, un testimonio histórico, donde preguntas mínimas dan espacio a largos relatos. Un texto de no ficción, en la primera persona de una figura muy popular en diálogo con la periodista María Paula Zacharías. Al terminar el libro, ninguno de los dos son la misma persona.”

Reseña en El Cronista, Julio 2018, por Belén Papa Orfano:
El libro, en formato de una larga entrevista, recorre la vida profesional, personal y sentimental de Roux. Aunque guarda un orden cronológico, la periodista intercala los recuerdos de la niñez y su consagración a los 40 años con el relato de escenas del presente. Asistimos a la recuperación física de Roux en sesiones de ejercicios acuáticos -tras concluir el mural La Constitución guía al pueblo, en la Legislatura de Santa Fe, en 2011, se resintió su columna vertebral, se deprimió y sufrió insomnio-; a la producción de la serie Mano a mano, que realizó junto a su par Carlos Alonso y que luego se exhibió en la Galería Ro; al desafío de, pese a estar en silla de ruedas, pintar La diosa de la pileta en el fondo de su piscina; y a la realización de la serie de carbonillas Nocturnos, dibujos que nacieron durante las noches en vela. “Durante todo el proceso parecía una conexión entre los recuerdos y el ahora, entre los recuerdos más remotos y las pinturas actuales”, sostiene la autora.

Ámbito Financiero, 16/7/18, por Laura Feinsilber:
“…La figura femenina está también presente porque, según el artista, “todo es mujer, aunque dibuje un árbol. “La forma parte de ahí: el hombro, la curva del hombro, lo retrotrae a las colinas de un paisaje o al desierto de Sahara con esas ondulaciones suaves y tan peligrosas”. Todas estas manifestaciones del artista han sido compiladas en el libro “Guillermo Roux en sus propias palabras” de la destacada periodista de arte Paula Zacharías, quien durante cuatro años lo entrevistó , en un relato que reconstruye un recorrido por su vida, sus éxitos como artista, su amor por Franca, su mujer, con la que está casado desde hace 50 años; sus intensas vivencias como artista y como hombre, y ahora la vejez, una batalla cotidiana.

Perfil, 17/4/18, por Marcelo Parajó:

“A lo largo de sus páginas Roux relata aspectos de su vida haciendo foco en las etapas menos transitadas: la niñez y la juventud, donde toda su pintura está en germen, y la vejez, donde lleva su obra a otra dimensión. La autora ha logrado generar, con estructura de diálogo, el espacio para largos racontos que dan una idea cabal del universo artístico y personal de Roux.”

L’Officiel, 3/7/18, por Cele Nasimbera:
“A lo largo de cuatro años, el artista plástico argentino conversó con la periodista María Paula Zacharías y así surgió este libro. A través de breves preguntas y extensas respuestas, el lanzamiento de Planeta permite conocer vida, obra y anécdotas de Guillermo Roux. Dibujante en revistas porteñas en los 50, artesano en un taller estilo medieval en Roma, maestro y titiritero en Jujuy e ilustrador en Nueva York a fines de los 60, hoy sigue siendo un artista transitando sus 80 en actividad.

Entrevista de la autora con Mercedes Ezquiaga, Télam:
– El libro surge de cuatro años de trabajo donde aparecieron historias maravillosas que debía ordenar, ampliar, resumir, dar un orden. ¿Cómo fue esa tarea?
– Las horas de conversaciones necesitaron un orden general, ir atando cabos, resumir cuando era necesario o volver a insistir con un tema cuando no habíamos llegado a fondo. Un trabajo artesanal en el que me interesaba mucho encontrar los nexos entre el pasado y la pintura de ese entonces, y a la vez, el hilo que unía a los recuerdos con el presente una vez que los sacábamos a flote. En síntesis, cuando recordábamos hechos del pasado, no eran los que un biógrafo anotaría en su orden estricto de hechos documentables, sino los episodios, sensaciones, sentimientos, emociones que por algún motivo se convirtieron en piezas fundamentales de la obra del pintor, como parte de su paleta. Roux no pinta con colores tanto como con emociones. Por eso digo que no es una biografía, sino las memorias de un pintor: lo que se rescata del pasado es lo que aún está hoy en la punta de su pincel.
– En un fragmento del libro Roux cuenta que cuando trabaja en la editorial de Quinterno y el dibujante Eduardo Ferro le dice “pibe, vos sos pintor” se trató de un momento epifánico. ¿Qué otros momentos así hubo en la trayectoria de Roux?
– Hay un momento anterior, cuando era chico, y sintió una mano que lo alentó siempre a seguir su propia huella, desde que era chico y su mamá lo ponía a “correr la gotita de la acuarela”. Fue crucial su estadía en Roma, años de práctica y de estudio muy intensos. La estadía en Jujuy y en Nueva York no pasaron inadvertidas. Pero epifánico en sí, tanto como el de Ferro y esa primera manchita no creo que haya habido. Quizá también lo fue el encuentro providencial con su mujer Franca Beer, que lo impulsó a trabajar sin preocuparse del mundo y sus minucias, y que llevó su trabajo a las capitales del mundo.
– ¿Cuáles recordás como los momentos más sorpresivos y emotivos de esas charlas?
– Sin dudas encontrarlo en el fondo de la pileta de su casa pintando una diosa en silla de ruedas… fue algo emotivo, sorpresivo y divertido a la vez. Una aventura genial de la que tuve la suerte de ser testigo. Fue maravilloso también ser testigo y cronista del encuentro de Roux y Carlos Alonso, y poder escuchar sus conversaciones y transcribirlas.
– Roux refiere en más de una oportunidad la sensación de estar a contramano de las corrientes estética del momento, por ejemplo de lo que ocurría en el Di Tella.
– Su obra es tan personal, tan vinculada a sus recuerdos y necesidades propias, tan ensimismada, que no hay corriente que lo contenga. Es un hombre que ha pintado siempre mirando su caballete, nunca para el costado. Por eso, porque es una pulsión propia, no puede inscribirse en movimientos que agruparon artistas en diferentes períodos. Él siempre trabajó solo, esclavo de sus propias necesidades de expresión. Su hija, que es una gran artista y docente, muy sólida en su reflexión teórica, ha sido muy clara acerca de la obra de su padre: habla de una obra en equilibrio. “Una melange envuelta en una aspiración a mantener la unidad que no es enteramente posible. No se mantiene ni se acaba por quebrar”, dice.
– Roux siempre vuelve al tema femenino en su obra, se refiere a la belleza de la boca de Nefertiti, los ojos de Cleopatra y en una parte asegura ver el mundo a través de los ojos de una mujer. ¿Qué importancia da Roux al tema de la mujer en su obra?
– Toda la importancia: es un feminista de la primera hora. Es su tema desde siempre, de todas las épocas de su obra, y también el gran tema de su propia vida. En el libro, las historias de sus mujeres son un eje fundamental. De su madre, a sus modelos, pasando por sus amantes y esposas.
– Roux se refiere también de manera permanente al peronismo, y asegura que “en el peronismo hay un sentimiento que no es traducible”. – Aunque se define a sí mismo como sin corriente política que lo represente, yo creo que siente una gran simpatía por el peronismo, por esas impresiones de chico de Flores con un padre que lo llevó al 17 de octubre o esa madre que era tan ferviente seguidora de Evita. Creo que lo suyo es el primer peronismo y esa cercanía con “el pueblo”.
– Dice Roux en el epílogo que hacía tiempo que quería escribir un texto como una manera de liberarse de vivencias. ¿Cómo interpreta estas palabras?
– El ejercicio de contar es liberador. Y justo cuando lo conocí estaba en un punto de inflexión en el que buscaba liberarse del pasado para reencontrarse con una faceta de sí más cercana al chico que pintaba por el placer de pintar. La convalecencia que atravesaba hizo imperioso este recordar para soltar y empezar de nuevo. Al contar, al recordar, todo se reconfigura.

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